26 de febrero de 2015

Cuatro heridos dejo protestas en merida

CARACAS, Venezuela-- Cuatro estudiantes resultaron heridos el miércoles durante un enfrentamiento entre manifestantes y la policía en los alrededores de la Universidad de los Andes en la ciudad suroccidental de Mérida, informó un vocero del centro de estudios.

Varias decenas de universitarios en Mérida realizaron una protesta callejera en las inmediaciones del centro de estudio en rechazo por la muerte del adolescente Kluiverth Roa, quien la víspera recibió en la cabeza el impacto de una canica de vidrio disparada con una escopeta, munición conocida como metra, en la localidad suroccidental de San Cristóbal.

La protesta degeneró en enfrentamientos entre manifestantes, algunos de ellos con los rostros cubiertos por telas, que quemaron llantas y lanzaron piedras y otros objetos contundentes contra decenas de policías del estado Mérida que trataron de contenerlos con balas de goma.

Los violentos incidentes dejaron un saldo de cuatro estudiantes heridos, uno de ellos por una metra que se le alojó en la pierna derecha y los otros tres por balas de goma, indicó a The Associated Press Nelson Espinoza, jefe de prensa del rectorado de la Universidad. Los cuatro heridos fueron auxiliados por los bomberos universitarios y trasladado al centro de atención médica del centro de estudios.

En Caracas, varias decenas de personas, en su mayoría mujeres vestidas con camisas blancas, se concentraron el miércoles frente a la Nunciatura Apostólica, al norte de la capital, para manifestarse contra la violencia y rechazar el asesinato de Roa, de 14 años, durante una protesta contra el gobierno.

Al grito de "justicia" y entre carteles en los que se leía "Venezuela es el primer país exportador de ángeles al cielo", los manifestantes se reunieron frente a la sede diplomática del Vaticano para pedirle al papa Francisco que medie ante la crisis venezolana.

Rosa Orozco, que recordó a su hija de 23 años muerta un año atrás durante protestas en la ciudad de Valencia, sostuvo que "mi alma está partida en dos al ver a este muchacho (Roa). Yo no sé qué es lo que yo sentí anoche cuando vi a este muchacho. Pareciera que estuviera viendo a Geraldine con los sesos... en el piso", dijo. Su hija murió tras recibir el impacto de una bala de goma en un ojo que fue disparada por un supuesto guardia nacional.

En tanto, el presidente Nicolás Maduro pidió en una cadena de radio y televisión a las fuerzas militares y policiales estar en "máxima alerta" ante informaciones de que desde Colombia "están tratando de infiltrar a un grupo de paramilitares" para generar violencia en los estados fronterizos de Zulia, Táchira y Apure.

El mandatario dijo que una veintena de encapuchados secuestraron un camión de medicamentos en Zulia y un transporte de bombas de gas en la población de Rubio, en Táchira.

El policía Javier Mora, de 23 años, señalado como supuesto responsable de la muerte del estudiante, fue arrestado e imputado de los delitos de homicidio, uso indebido de arma y quebrantamiento de pactos y convenios internacionales, indicó el miércoles la fiscal general Luisa Ortega Díaz.

Erick Roa, padre del adolescente, dijo a la AP que pedirá a organismos internacionales que investiguen la muerte porque "detrás de ese policía que mató a mi hijo hay manos ocultas". Roa pidió además al presidente Maduro que emprenda acciones para que "cese toda esa violencia que hay... ya se rebasó el vaso".

"El odio es tan peligroso que se lleva por delante al jardinero que lo siembra. Estamos viendo los resultados del odio que promueve el gobierno", afirmó el miércoles el líder opositor y ex candidato presidencial, Henrique Capriles.

Señaló que la muerte del joven en San Cristóbal es resultado de la resolución que emitió el mes pasado el Ministerio de la Defensa que autorizó los militares venezolanos utilizar armas de fuego como último recurso en las protestas.

Capriles dijo a la prensa, durante un acto en la capital, que el gobierno busca "ocultar la crisis económica que estamos viviendo" y "tienen un libreto claro para generar violencia". "A nosotros nos toca desmontar ese libreto... Aquí la confrontación no es pueblo contra pueblo", agregó.

Durante la primera mitad de 2014 se registraron en Caracas, San Cristóbal y otras ciudades manifestaciones contra la inflación, el desabastecimiento de productos básicos y la creciente delincuencia que dejaron 43 fallecidos, 878 lesionados y varios centenares de detenidos.

A un año de esas manifestaciones Venezuela se encuentra sumida en una profunda crisis económica por una desbordada inflación que cerró el año anterior pasado en 68,5%, el desabastecimiento ha recrudecido y los analistas estiman que la recesión podría agudizarse por la caída del precio del petróleo, la principal fuente de ingresos del país.

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