3 de septiembre de 2015

Banco Central de Brasil frena ciclo de alza de tasas en medio de recesión


BRASILIA (Reuters) - El Banco Central de Brasil detuvo el miércoles uno de los ciclos de endurecimiento monetario más audaces del mundo, dándole un respiro a una economía en recesión pese a temores de que una crisis fiscal pueda avivar aún más una inflación que ya es alta.
En una votación unánime, el comité de política monetaria del Banco Central brasileño, conocido como Copom, mantuvo su tasa de interés referencial Selic en un 14,25 por ciento, un máximo de nueve años y la más alta dentro de las principales 10 economías del mundo.
Una abrumadora mayoría de economistas esperaba que la tasa se mantuviera estable tras siete alzas consecutivas.
Mientras la mayoría de las otras grandes economías de los mercados emergentes se preparan para aumentar los costos del endeudamiento para frenar la aceleración de la inflación, Brasil está poniendo fin a un ciclo de ajuste monetario debido a que su recesión resultó ser más profunda que lo que habían previsto incluso los economistas más pesimistas.
El banco no hizo cambios al comunicado sobre su decisión, apuntando nuevamente a que mantendrá los costos del endeudamiento en el nivel actual para hacer bajar la inflación a un 4,5 por ciento, el centro del rango meta oficial.
La recesión y una caída de las expectativas inflacionarias llevaron al Banco Central a poner fin al ciclo de ajuste, aún cuando la inflación permanece cerca de cifras de dos dígitos, acelerándose a un 9,57 por ciento a mediados de agosto.
Aunque la recesión está ayudando a desacelerar la inflación por una disminución del consumo, renovados problemas políticos han debilitado al real y han mantenido al Banco Central bajo presión.
"La tasa de cambio se ha debilitado significativamente, presionada por las incertidumbres locales y externas (...) eso podría justificar un alza de tasas adicional", dijo Ilan Goldfajn, economista jefe de Itaú Unibanco.
El fracaso de los esfuerzos de la presidenta Dilma Rousseff por frenar el deterioro de las finanzas del Gobierno está amenazando al grado de inversión de Brasil y ha remecido a los mercados locales.
La líder izquierdista, cuyas cifras de aprobación están en un mínimo histórico, enfrenta una creciente resistencia a su campaña de austeridad fiscal y la amenaza de un juicio político en su contra impulsado por sus opositores en el Congreso.
La crisis fiscal y los crecientes temores a una desaceleración económica sostenida de China han presionado al real, que se ha depreciado cerca de un 30 por ciento en lo que va de este año y ha tocado su menor nivel en casi 13 años. Un real más débil impulsa la inflación al volver más costosas las importaciones.
El Banco Central ha advertido que actuará con decisión para evitar que el aumento de los precios a los consumidores se desvíe significativamente de la meta del Gobierno.
Una recesión, sin embargo, podría obligar a los funcionarios a comenzar a recortar las tasas el próximo año, sostienen algunos economistas.

La economía se contrajo un 1,9 por ciento en el segundo trimestre, más que lo esperado, cayendo en lo que se espera que sea su recesión más profunda en 25 años.

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