Los ministros de salud de África y los expertos de todo el mundo se reúnen en Ghana con una sola cosa en mente: cómo evitar que el mayor brote del virus del ébola en la historia siga propagando su efecto letal.
La Organización Mundial de la Salud advirtió que es necesario emprender "acciones drásticas" para poner un alto a la epidemia asesina.
La organización reporta que hasta el 30 de junio había 759 casos (467 letales) en Guinea, Sierra Leona y Liberia. El brote comenzó en marzo.
Esto lo vuelve "el mayor en términos de cantidad de casos, de víctimas mortales y de propagación geográfica", señaló la OMS.
No solo está fuera de control, sino que esta cepa del virus del ébola puede matar hasta al 90% de las personas infectadas.
Peter Piot, científico que descubrió el virus del ébola en la década de 1970, dijo a Christiane Amanpour, de CNN, que la situación "no tiene precedentes".
"En primer lugar, (es) la primera vez que tenemos un brote como este en el occidente de África", dijo. "En segundo lugar, es la primera vez en la que están involucrados tres países. En tercer lugar, es la primera vez que tenemos brotes en las capitales, en las ciudades capitales".
La amenaza ha provocado que se reúnan los ministros de salud de 11 países africanos (República Democrática del Congo, Gambia, Ghana, Guinea, Guinea-Bissau, Costa de Marfil, Liberia, Mali, Senegal, Sierra Leona y Uganda) además de expertos en salud, sobrevivientes de la enfermedad y representantes de la OMS.
A la cumbre de dos días que se celebra en Accra, capital de Ghana, asisten también los representantes de aerolíneas y empresas mineras, además de países donadores que ayudarán a financiar los esfuerzos para combatir al virus.
Se siguen reportando nuevos casos de la infección.
Entre el 25 y el 30 de junio se reportaron 22 nuevos casos en Guinea, Liberia y Sierra Leona, señaló la OMS. De ellos, 14 murieron.
Exposición a los fluidos corporales
El ébola es un asesino violento. Al principio, los síntomas son parecidos a los de la gripe: dolor de cabeza, fiebre y fatiga. Lo que ocurre después parece salido de una película de horror: diarrea y vómito abundante, además de que el virus anula la capacidad de coagulación de la sangre. En consecuencia, los pacientes padecen a menudo hemorragias internas y externas. Muchos mueren en un lapso de 10 días en promedio.
La gente viaja sin darse cuenta de que portan el virus letal. Una persona puede tardar entre dos y 21 días para sentirse enfermo luego de haber quedado expuesto.
La buena noticia es que el ébola no se propaga tan fácilmente como podría pensarse. Un paciente no es contagioso —lo que significa que no pueden esparcir la enfermedad a otras personas— hasta que ya muestran síntomas.
Luego, la enfermedad se transmite por contacto directo con la sangre y los fluidos corporales de los animales o personas infectadas, según la OMS.
En abril, el jefe de corresponsales médicos de CNN, Sanjay Gupta, viajó a Conakry, Guinea, para hacer un reportaje sobre cómo se estaba tratando a los pacientes y cómo se contenía el brote.
"Me tomó solo unos momentos sentir el efecto de lo que estaba ocurriendo allá", escribió Gupta tras su llegada a Conakry. "Sabemos mucho sobre el ébola y nos asusta casi tanto como lo que ignoramos".
El combate a la epidemia
La organización Médicos sin Fronteras (MSF) ha trabajado para combatir la epidemia desde marzo.
Sin embargo, advirtieron en un comunicado de prensa que se emitió la semana pasada que se necesita "un despliegue masivo de recursos" por parte de los países del occidente de África y otros organismos y que sus equipos han llegado al límite de sus capacidades.
Los brotes de ébola usualmente se limitan a regiones remotas, por lo que la enfermedad se puede contener más fácilmente. Sin embargo, este brote es distinto: se han identificado pacientes en 60 puntos en Guinea, Sierra Leona y Liberia.
"La epidemia está fuera de control", dice Bart Janssens, director de operaciones de MSF. "Con el surgimiento de nuevos puntos en Guinea, Sierra Leona y Liberia, hay un riesgo real de que se propague a otras zonas".
Las autoridades creen que la extensa huella de este brote se debe en parte a la proximidad de la jungla en la que se identificó el virus por primera vez con las ciudades como Conakry. La capital de Guinea tiene dos millones de habitantes y un aeropuerto internacional.
Para complicar las cosas, los países en los que la epidemia es más grave tienen importantes problemas de infraestructura médica. Además, hay una sensación de desconfianza hacia los trabajadores de la salud en las comunidades. La OMS señaló que en Sierra Leona y Guinea, los miembros de las comunidades han apedreado a los trabajadores de salud que tratan de investigar el brote.
MSF, que actualmente es la única organización de asistencia que está tratando a las personas infectadas con ébola, informó la semana pasada que ha dado tratamiento a 470 personas y que se habían confirmado 215 casos.
Sin embargo, ahora "tiene dificultades para responder a la gran cantidad de casos y sitios nuevos", señaló.
En el comunicado se señaló que aunque la gente está muy nerviosa, los gobiernos y los grupos de la sociedad civil están haciendo poco para reconocer la magnitud de la epidemia o informar a la gente sobre cómo evitar que la enfermedad se propague.
'Debería ser fácil' detener al virus
El ébola no tiene cura, pero en teoría debería ser fácil combatir la enfermedad, dijo Piot a CNN.
"Necesitas entrar en contacto muy íntimo para que te contagies. Así que el solo estar en el autobús con una persona que tiene ébola no es problema".
Tomar simples medidas higiénicas, como lavarte con jabón y agua, no reutilizar las jeringas y evitar el contacto con cadáveres infectados, es suficiente para evitar que la enfermedad se propague, señaló Piot.
"Esta es una epidemia de sistemas de salud disfuncionales", agregó. "El temor al virus, la falta de confianza en el gobierno y en el sistema de salud son tan malos como el virus mismo".
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