Se piensa que hay entre 350 y 700 elefantes todavía vivos en Mali, y están bajo una creciente amenaza no sólo por los humanos sino también por el cambio climático.
"Hemos escuchado que los cazadores furtivos se están desplazando de dos en dos en motocicletas y matando elefantes en Gourma", dijo Soumana Timbo, director asistente de la agencia de conservación del gobierno, quien confirmó que la cifra de animales muertos es de al menos 19 en lo que va de año.
Timbo opina que cazadores furtivos de otras partes en la región son ayudados por gente local a cazar elefantes por su marfil.
La población de elefantes en Gourma es la que está más al norte de África, de acuerdo con la Wild Foundation. Los animales viajan normalmente entre el centro de Mali y la frontera sur con Burkina Faso como parte de una migración anual. Sin embargo, han hecho desplazamientos inusuales en semanas recientes, lo que indica que sienten la amenaza de un predador, dijo Nomba Ganame, un especialista en elefantes de la fundación.
Gourma está ubicada en una parte de Mali que no está completamente bajo control del gobierno porque al-Qaida y otros grupos extremistas operan en el área. Aunque la mayoría de esos milicianos fueron dispersados por una operación militar encabezada por Francia en el 2013, siguen lanzando ataques con bombas en caminos, lo que ha obstaculizado los esfuerzos para proteger los elefantes.
"Es un problema de seguridad para nuestro personal entrar a esa área. Queremos entrar junto con el ejército maliense", dijo Timbo. "Deberíamos estar haciendo este tipo de patrullas cada dos semanas".
La caza ilegal de elefantes para satisfacer la demanda de marfil, especialmente en China, se está convirtiendo en una crisis en África. El año pasado, un reporte de expertos que incluyó a Save the Elephants estimó que los cazadores furtivos mataron 100.000 elefantes entre el 2010 y el 2012 en el continente.
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