11 de febrero de 2015

Conoce a Pitito, el payaso de 91 años.

LIMA, Perú-- Ricardo Farfán no recibe los trabajos que solía. A veces su única audiencia es su esposa. Pero cada mañana, el 91-años de edad, payaso todavía sorbe su café y se estudia un viejo cuaderno donde guarda cientos de páginas de chistes y comedia movimientos que ha acumulado más de casi nueve décadas en el circo.

"Veo a una página y repito todas las bromas por la memoria", Farfán, conocido como el payaso Pitito, dijo en su pequeña casa en un barrio pobre de Lima. En un armario guarda sus pelucas, colores brillantes calcetines y chaquetas, y enormes zapatos.

A los 3 años, Farfán comenzó a pintar la cara junto con su padre, Chimenea el payaso, que era dueño de un circo 600-silla que viajó por toda la costa pacífica de Perú, sobre altas montañas de los Andes del país ya través de su vasta selva amazónica.

"En el circo de mi padre que era un payaso, mago, equilibrista, trapecista, zancos andador, electricista y pintor", dijo.

Trabajó a veces en los circos extranjeros que visitaron Perú para sus fiestas nacionales en julio. El dinero extra ayudó Farfán reparar y pintar el gran principio para el circo ambulante. Dijo que a pesar de que le ofrecieron el trabajo, nunca abandonó la empresa familiar, que heredó de su padre.

"Trabajar en el circo le permite viajar al país, conocer gente nueva y ver nuevas costumbres y alimentos", dijo.

Farfán refleja en los cómics de este siglo en el Perú: "Ellos son vulgares y no saben cómo entretener a las familias que pagan por el espectáculo."

Él tiene una fotografía en blanco y negro tomada hace más de medio siglo de sí mismo vestido como un equilibrista. "Tuve la oportunidad de hacer tres saltos mortales consecutivos, yo era muy ágil. Ahora desde tantos saltos y caídas mis articulaciones duelen."

Después de ejecutar el circo desde hace muchos años, Farfán tuvo que cerrar en 1990 para cuidar a su esposa enferma, que había logrado el negocio.

Hoy en día, se pone menos trabajo de lo que solía, principalmente haciendo fiestas privadas. Así que para mantener sus habilidades perfeccionó a menudo se disfraza de payaso y lleva a cabo para su esposa.

En su fiesta de cumpleaños 91a semana pasada, en el salón de su casa, él se realizó para algunos de sus familiares y les hizo reír.

"Los empresarios piensan que un viejo payaso no puede hacer reír a la gente, pero están equivocados", dijo Farfán.

Dijo que sus cuatro hijos le han pedido a retirarse, diciendo que son miedo de que será atropellado por un coche cuando se dirige al trabajo o algo malo va a pasar con él.

Pero Farfán dice que no puede hacer eso. "Yo sólo voy a dejar de hacer el payaso en el día que me muera."

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