La grabación, realizada anoche en teléfono móvil por el inglés Paul Nolam, que presenció los hechos desde el andén, revela cómo los hombres impiden repetidamente que el ciudadano entre en el vagón, en la estación de Richelieu-Drouot, en el centro de la capital.
De fondo se oyen gritos de "Chelsea, Chelsea, Chelsea" y también "somos racistas y así nos gusta", mientras los presentes presencian estupefactos el suceso, incluida la víctima, que educadamente intenta en varias ocasiones penetrar en el vagón.
Por esta razón, la justicia francesa informó que abrió una investigación para investigar los sucesos.
"Hay una investigación abierta por actos de violencia voluntaria por motivo de raza en un medio de transporte público", señalaron las citadas fuentes.
Por su parte, las autoridades de Londres señalaron que ayudarán a las autoridades francesas a identificar a las personas involucradas y las apoyarán en cualquier acción que decidan tomar.
El incidente se habría producido anoche, antes del partido de octavos de final de la Liga de Campeones entre el París Saint-Germain (PSG) y el Chelsea inglés.
Aunque aún no se ha confirmado si los protagonistas son socios del Chelsea, el club inglés emitió este miércoles un comunicado en el que condena el comportamiento racista y se compromete a respaldar acciones legales contra los implicados.
El PSG también emitió un comunicado en el que a través de su presidente del club, Nasser al-Khelaifi, condenó "firmemente este acto intolerable de discriminación".
"Solo los valores del deporte deberían inspirar a los hinchas de fútbol, que destacan la unión de todos, sean cuales sean sus orígenes", agregó el máximo responsable del PSG, quien pidió la solidaridad de todos los dirigentes de clubes de fútbol para expulsar el racismo del deporte.
Sepp Blatter, el presidente de la FIFA, expresó su reprobación en Twitter.
“Yo también condeno las acciones de un pequeño grupo de aficionados del Chelsea en París”, tuiteó Blatter. “No hay lugar para el racismo en el futbol”.
Cabe recordar que en 2012, el capitán John Terry fue sancionado por cuatro partidos y recibió una multa de 356,000 dólares por atacar al defensor Anton Ferdinand.
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