VALHALLA, Nueva York-- Siete personas murieron y varias resultaron heridas el martes por la noche cuando un tren de pasajeros embistió una camioneta deportiva que quedó atrapada en las vías por las barreras en un cruce ferroviario, dijeron las autoridades. La camioneta estalló en llamas y cientos de pasajeros que viajaban en la parte delantera del convoy se apresuraron a salir del tren y ponerse a salvo. El impacto fue tan potente que el tercer raíl electrificado se deformó y perforó el tren, indicaron las autoridades.
Entre los muertos estaba la conductora de la camioneta, que según las autoridades salió un momento de su vehículo después de que se bajaran las barreras del cruce sobre su coche. Después volvió a subir, y trataba de avanzar cuando el tren la embistió, señalaron.
"Tiene a siete personas que empezaron el día ocupándose de sus asuntos y no van a llegar a casa esta noche", dijo el gobernador, Andrew Cuomo, en el lugar del accidente en Valhalla, 20 millas al norte de la ciudad de Nueva York.
El tren de Metro-North Railroad salió en dirección norte de la Grand Central Terminal en Manhattan en torno a las 5:45 de la noche y golpeó al Jeep Cherokee unos 45 minutos después. Cuomo dijo además de la conductora, seis personas que viajaban en el tren habían muerto, lo que convertía el suceso en el accidente con más muertos que ha sufrido la empresa ferroviaria.
No está claro a qué velocidad circulaba el tren, pero el máximo autorizado en ese tramo serían 60 millas por hora (96 kilómetros por hora), según un responsable ferroviario.
El tren arrastró la camioneta una distancia equivalente a unos 10 vagones. Una columna de humo se alzaba desde la parte frontal del carro delantero, que quedó con las ventanas ennegrecidas.
"Ésta es una escena realmente fea y brutal", dijo Cuomo.
Los testigos dijeron haber visto llamas en el lugar donde se produjo el choque, en una zona boscosa cerca de un cementerio.
Ryan Cottrell, director asistente en un gimnasio con rocódromo cercano, dijo que estaba mirando por la ventana debido a un accidente de tráfico anterior y no relacionado, y vio al tren golpear al coche, arrastrándolo por la vía.
"Las llamas crecieron muy deprisa", dijo.
Los pasajeros dijeron haber sentido un golpe y después olieron a la gasolina del vehículo.
A bordo del tren iban unos 650 pasajeros, como Justin Kaback, quien iba de su casa a Danbury, Connecticut.
"Quedé atrapado. Había gente delante y detrás de mí; estaba atrapado en la mitad del vagón y se sentía mucho calor", declaró Kaback a ABC News.
"Todo el aire acondicionado se apagó, así que no había circulación de aire y definitivamente la situación fue de susto, en especial cuando la gente que pasaba afuera decía `el tren se está quemando. Hay un incendio'", agregó.
La pasajera Stacey Eisner, que iba en la parte trasera del convoy, dijo a la NBC News que sintió una "sacudida" y después un operador recorrió a pie el tren para explicar lo sucedido.
Según Eisner, el vagón en el que iba fue evacuado unos 10 minutos después mediante escaleras para que saliera la gente.
Los demás pasajeros fueron pasados a los vagones traseros del tren para que pudieran salir. Unas 400 personas fueron trasladadas al rocódromo para que estuvieran refugiadas. Se enviaron varios autobuses para recogerlas y llevarlas a sus destinos.
El tren se quedó en las vías, envuelto en una densa humareda.
Todos los pasos ferroviarios tienen barreras diseñadas para levantarse de forma automática si golpean algo como un coche al descender, indicó el consultor sobre seguridad ferroviaria Grady Cothen. Estas barreras están hechas de madera y están pensadas para que puedan romperse con facilitad si un auto atrapado entre ellas se mueve hacia delante o hacia atrás.
Las autoridades no hicieron comentarios sobre si las barreras funcionaron correctamente. La Junta Nacional de Seguridad de Transportes (NTSB, por sus siglas en inglés), indicó que se había enviado un equipo para investigar el incidente.
El recorrido de Metro-North es el segundo de más tráfico del país, después de la conexión Long Island Rail Road. Se estableció en 1983 y sirve a unos 280.000 pasajeros diarios en Nueva York y Connecticut. El servicio en su línea de Harlem quedó suspendido entre Pleasantville y North White Plains tras el accidente.
Metro-North ha sido muy criticada por varios accidentes en los últimos años. A finales del año pasado, la NTSB emitió informes sobre cinco accidentes registrados en Nueva York y Connecticut en 2013 y 2014, hallando errores reiterados en el servicio, aunque señaló que la situación había mejorado.
Uno de esos episodios fue un descarrilamiento en el Bronx el 1 de diciembre 2013 en el que murieron cuatro personas, las primeras víctimas mortales de la empresa. La NTSB dijo que el ingeniero se había dormido a los mandos porque padecía un caso grave y no diagnosticado de apnea del sueño.
En marzo del año pasado, la Administración Federal de Ferrocarriles emitió un duro informe sobre la empresa, diciendo que la ferroviaria había descuidado la seguridad en su esfuerzo por mantener la puntualidad de los trenes. Los directivos de la firma prometieron hacer de la seguridad su prioridad.
Entre los muertos estaba la conductora de la camioneta, que según las autoridades salió un momento de su vehículo después de que se bajaran las barreras del cruce sobre su coche. Después volvió a subir, y trataba de avanzar cuando el tren la embistió, señalaron.
"Tiene a siete personas que empezaron el día ocupándose de sus asuntos y no van a llegar a casa esta noche", dijo el gobernador, Andrew Cuomo, en el lugar del accidente en Valhalla, 20 millas al norte de la ciudad de Nueva York.
El tren de Metro-North Railroad salió en dirección norte de la Grand Central Terminal en Manhattan en torno a las 5:45 de la noche y golpeó al Jeep Cherokee unos 45 minutos después. Cuomo dijo además de la conductora, seis personas que viajaban en el tren habían muerto, lo que convertía el suceso en el accidente con más muertos que ha sufrido la empresa ferroviaria.
No está claro a qué velocidad circulaba el tren, pero el máximo autorizado en ese tramo serían 60 millas por hora (96 kilómetros por hora), según un responsable ferroviario.
El tren arrastró la camioneta una distancia equivalente a unos 10 vagones. Una columna de humo se alzaba desde la parte frontal del carro delantero, que quedó con las ventanas ennegrecidas.
"Ésta es una escena realmente fea y brutal", dijo Cuomo.
Los testigos dijeron haber visto llamas en el lugar donde se produjo el choque, en una zona boscosa cerca de un cementerio.
Ryan Cottrell, director asistente en un gimnasio con rocódromo cercano, dijo que estaba mirando por la ventana debido a un accidente de tráfico anterior y no relacionado, y vio al tren golpear al coche, arrastrándolo por la vía.
"Las llamas crecieron muy deprisa", dijo.
Los pasajeros dijeron haber sentido un golpe y después olieron a la gasolina del vehículo.
A bordo del tren iban unos 650 pasajeros, como Justin Kaback, quien iba de su casa a Danbury, Connecticut.
"Quedé atrapado. Había gente delante y detrás de mí; estaba atrapado en la mitad del vagón y se sentía mucho calor", declaró Kaback a ABC News.
"Todo el aire acondicionado se apagó, así que no había circulación de aire y definitivamente la situación fue de susto, en especial cuando la gente que pasaba afuera decía `el tren se está quemando. Hay un incendio'", agregó.
La pasajera Stacey Eisner, que iba en la parte trasera del convoy, dijo a la NBC News que sintió una "sacudida" y después un operador recorrió a pie el tren para explicar lo sucedido.
Según Eisner, el vagón en el que iba fue evacuado unos 10 minutos después mediante escaleras para que saliera la gente.
Los demás pasajeros fueron pasados a los vagones traseros del tren para que pudieran salir. Unas 400 personas fueron trasladadas al rocódromo para que estuvieran refugiadas. Se enviaron varios autobuses para recogerlas y llevarlas a sus destinos.
El tren se quedó en las vías, envuelto en una densa humareda.
Todos los pasos ferroviarios tienen barreras diseñadas para levantarse de forma automática si golpean algo como un coche al descender, indicó el consultor sobre seguridad ferroviaria Grady Cothen. Estas barreras están hechas de madera y están pensadas para que puedan romperse con facilitad si un auto atrapado entre ellas se mueve hacia delante o hacia atrás.
Las autoridades no hicieron comentarios sobre si las barreras funcionaron correctamente. La Junta Nacional de Seguridad de Transportes (NTSB, por sus siglas en inglés), indicó que se había enviado un equipo para investigar el incidente.
El recorrido de Metro-North es el segundo de más tráfico del país, después de la conexión Long Island Rail Road. Se estableció en 1983 y sirve a unos 280.000 pasajeros diarios en Nueva York y Connecticut. El servicio en su línea de Harlem quedó suspendido entre Pleasantville y North White Plains tras el accidente.
Metro-North ha sido muy criticada por varios accidentes en los últimos años. A finales del año pasado, la NTSB emitió informes sobre cinco accidentes registrados en Nueva York y Connecticut en 2013 y 2014, hallando errores reiterados en el servicio, aunque señaló que la situación había mejorado.
Uno de esos episodios fue un descarrilamiento en el Bronx el 1 de diciembre 2013 en el que murieron cuatro personas, las primeras víctimas mortales de la empresa. La NTSB dijo que el ingeniero se había dormido a los mandos porque padecía un caso grave y no diagnosticado de apnea del sueño.
En marzo del año pasado, la Administración Federal de Ferrocarriles emitió un duro informe sobre la empresa, diciendo que la ferroviaria había descuidado la seguridad en su esfuerzo por mantener la puntualidad de los trenes. Los directivos de la firma prometieron hacer de la seguridad su prioridad.
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