"Es alentador ver que aparentemente mejora. Eso es muy importante y esperamos que siga su mejoría", dijo Frieden en una entrevista a los medios.
Brantly, de 33 años y que llegó el sábado a EE.UU., permanece internado en una sala de aislamiento del Hospital Universitario de Emory, en Atlanta
"Sabemos cómo detener el ébola, se ha intentado y hay mecanismos que lo permiten", agregó Frieden al comentar los temores expresados por el traslado del médico contagiado en Libera a EE.UU, donde es el primer enfermo con esta infección tratado en el país.
Aunque no existe vacuna contra la enfermedad, los médicos estadounidenses esperan estabilizar a Brantly compensando la pérdida de fluidos hasta que el cuerpo se adapte y logre hacer frente a la enfermedad.
La esposa del médico, Amber Brantly, pudo ayer conversar con él en el hospital y se mostró agradecida por los esfuerzos realizados para devolverle a EE.UU.
"Fue un alivio dar la bienvenida a Kent hoy. Hablé con él, está contento de estar de vuelta en EE.UU. Estoy agradecida a Dios por su viaje seguro y por darle las fuerzas para entrar en el hospital", indicó en un comunicado.
Se espera que en los próximos días llegue al mismo centro hospitalario la misionera Nancy Writebol, también contagiada en Liberia.
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