SYDNEY, Australia— Australia reforzará las leyes de inmigración y tomará medidas enérgicas contra grupos que inciten la segregación bajo una serie de disposiciones antiterroristas presentadas el lunes en un intento por combatir la amenaza de terroristas del país.
El primer ministro Tony Abbott anunció la nueva estrategia contra el extremismo en el país después de la publicación de una revisión del gobierno a la toma de rehenes de diciembre en una cafetería en la concurrida Martin Place de Sydney.
El iraní Man Monis, un autodenominado clérigo y con un largo historial delictivo, tomó 18 rehenes dentro de la cafetería, los obligó a sostener una bandera con una declaración de fe islámica y exigió que le fuera enviada una bandera del grupo Estado Islámico. Monis y dos rehenes murieron en el operativo de la policía.
El reporte de las autoridades no encontró fallas graves de las múltiples agencias que no detectaron a Monis como una amenaza, pese al hecho de que se encontraba en libertad bajo fianza por cargos de asalto sexual y cómplice de asesinato. Pero Abbott reconoció que el sistema mismo había fallado, e indicó que nunca se le debería haber permitido a Monis ingresar a Australia, no debería haber salido en libertad bajo fianza y no debería haber podido comprar un arma de fuego.
"Resulta claro que en demasiadas ocasiones, la tolerancia de acciones fue fijada demasiado alto. Y que el único beneficiario de esto fue el asesino mismo de Martin Place", lamentó Abbott. "No podemos permitir que gente mala use nuestra bondad hacia nosotros".
Las medidas anunciadas el lunes revocarían o suspenderían la ciudadanía australiana para quienes tienen doble nacionalidad y combaten al lado de grupos terroristas en el extranjero, recortaría los pagos de asistencia social y los servicios consulares a quienes estén involucrados en actos terroristas y tomaría fuertes acciones contra quienes "prediquen con el odio" o contra grupos que inciten a la segregación religiosa o racial.
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