En la sede del Consejo de Chicago sobre Asuntos Mundiales, Bush dijo durante una sesión de preguntas y respuestas posterior a su discurso que la información de inteligencia sobre la posesión de armas de destrucción masiva por parte de Saddam Hussein no era precisa, y que Estados Unidos no logró al principio crear un ambiente de seguridad en el país después de derrocar al líder iraquí.
Pero Jeb Bush elogió la decisión del ex presidente George W. Bush de aumentar en 20.000 la cantidad de efectivos estadounidenses en Irak en 2007 con el fin de mejorar las condiciones de seguridad. Dijo que se trató de "uno de los actos de valor político más históricos" de cualquier presidente.
El aumento en el número de tropas fue "enormemente exitoso", dijo Bush, y creó en Irak una "situación frágil pero más estable" de la que el presidente Barack Obama podría haber creado durante su mandato.
Bush también ofreció duras críticas a la política exterior de Obama durante su discurso, y calificó al actual gobierno como "inconsistente y vacilante", además de culparlo por perder "la confianza de nuestros amigos".
"La gran ironía de la presidencia de Obama es esta: alguien que vino al cargo prometiendo mayor involucramiento con el mundo ha dejado a Estados Unidos con menos influencia en el mundo", manifestó Bush.
El republicano reconoció durante su discurso que sus puntos de vista sobre el lugar de Estados Unidos en el planeta serán comparados con frecuencia con los de su hermano y los de su padre, el ex presidente George H.W. Bush, y agregó que tiene suerte de que familiares suyos hayan "dado forma a la política exterior de Estados Unidos desde la Oficina Oval".
"Pero nadie me dice qué es lo que tengo que hacer, y mis puntos de vista están formados por mi propio raciocinio y mis propias experiencias", dijo.
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