El cetáceo fue visto por primera vez a primeras horas de la tarde en Puerto Madero, una zona de lujo en la que hay elevados edificios de oficinas y apartamentos costosos. En la mitad del sector está un cuerpo de agua que mide el equivalente a varias cuadras y donde muchos residentes guardan sus embarcaciones.
Como la noticia sobre la ballena se esparció rápidamente en las redes sociales y televisoras locales transmitieron imágenes en vivo, centenares de personas acudieron al lugar para verla.
"Estábamos en casa almorzando cuando vimos las noticias y dijimos, ¿por qué no vamos a verla?", dijo Rosana Saavedra, una maestra que fue con su esposo y su hija adolescente. "Teníamos muchísima curiosidad. ¿Qué hace una ballena acá?".
Puerto Madero se construyó a finales del siglo XIX para dar mejor acomodo al número cada vez mayor de buques que llegaban a Buenos Aires, una de las ciudades portuarias más grandes de América del Sur. Tras un largo periodo de abandono, fue transformado en la década de 1990 gracias a un gran proyecto de renovación y actualmente es uno de los distritos que están más de moda en la ciudad.
Las autoridades no habían identificado de qué tipo de ballena se trata, y se desconoce cómo harán para que regrese al océano. Una embarcación de la policía portuaria fue vista recorriendo el canal, al parecer en un intento para atraer al cetáceo hacia al río de La Plata, que desemboca en el Atlántico.
Policías en la zona se negaron a responder preguntas. Las llamadas al cuartel de la policía en Puerto Madero no fueron respondidas.
En pocas horas el barrio habitualmente apacible en el que hay cafeterías caras se transformó en un carnaval en el que había vendedores de algodón de azúcar y bebidas refrescantes mientras los niños trataban de divisar a la ballena.
Cada vez que ésta salía la gente quedaba admirada y se escuchaba el veloz sonido de las cámaras con las que se intentaba captar el momento. Muchos argentinos, conocidos por su ingenio y buen humor, comenzaron a bromear.
Irene Fernández, propietaria de un apartamento a una calle del canal, dijo que le sorprendió ver a la multitud cuando ella salió a caminar por la tarde. Le preguntó a un policía qué sucedía y le respondió que había una ballena.
"Siempre veo ballenas caminando por aquí", dijo Fernández, en un juego de palabras con una que los argentinos utilizan en ocasiones para referirse a políticos o personas corpulentas.
No obstante, hay quienes están preocupados por lo que le pudiera pasar al animal.
"Es una lástima", dijo Daniela Ritta, quien trabaja en un banco cercano. "Este no es su hábitat natural. La pobre ballena está evidentemente perdida".
Mariano Sironi, director científico del Instituto de Conservación de Ballenas en Argentina, dijo en un principio que el ejemplar parecía una minke o una ballena jorobada. Sin embargo, después de observar un video y conversar con un colega, dijo creer que se trata de una jorobada.
El experto afirmó que las ballenas a veces se desorientan y nadan corriente arriba en los ríos. Cuando eso sucede, a menudo es necesario ayudarlas a fin de que puedan regresar al mar y generalmente se utilizan embarcaciones para dirigirlas por donde llegaron.
Un ambiente de agua dulce como el del puerto es adverso para una ballena, ya que le puede lesionar la piel, no hay alimento y le dificulta el nado porque la corriente carece del efecto de flotabilidad de la sal en el océano, declaró Sironi.
Aunque se desconoce cuánto puede vivir una ballena en agua dulce, cada día que pase el animal se debilitará y empeorará de salud, afirmó.
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