"Algunos en la vida pública -principalmente Donald Trump, pero no el único- han solicitado poner fin al derecho por nacimiento a la ciudadanía", dijo el arzobispo Charles Chaput en declaraciones para un foro religioso que se prepara para la visita del Papa Francisco. "Esta es una terrible idea".
El arzobispo se mostró esperanzado de que la inmigración sea una parte clave de las discusiones durante la Reunión Mundial de Familias de Filadelfia, patrocinada por el Vaticano, y la aparición del Papa durante la semana de clausura del evento.
El papa ha censurado lo que ha llamado condiciones "inhumanas" que enfrentan los inmigrantes que cruzan la frontera entre México y Estados Unidos, y ha alentado a las comunidades fronterizas a no juzgar a la gente por estereotipos, sino dar la bienvenida a los migrantes y trabajar para poner fin a la discriminación.
Sin mencionar inicialmente a Trump, Chaput comenzó declarando que "al menos uno de nuestros candidatos presidenciales transformó de la peor manera el debate migratorio nacional con una gran cantidad de conceptos beligerantes".
Trump ha propuesto la deportación masiva para millones de inmigrantes que residen ilegalmente en Estados Unidos, así como sus hijos nacidos en el país.
"Son ilegales", dijo de los niños.
Los hijos estadounidenses de inmigrantes, incluyendo los que viven en Estados Unidos sin autorización legal, han sido considerados ciudadanos americanos desde la adopción de la 14ta Enmienda en 1868. Derogar la cláusula de ciudadanía requeriría la aprobación de dos terceras partes de las dos cámaras del Congreso y el apoyo de tres cuartas partes de las legislaturas. Sin embargo, algunos conservadores creen que otorgar la ciudadanía en esos casos podría cambiarse sin alterar la Constitución.
Chaput, cuya arquidiócesis cuenta con cerca de 1,4 millones de fieles, pidió al Congreso que le otorgue a aquellos que viven en Estados Unidos bajo un estatus migratorio irregular "una oportunidad accesible y honesta de obtener la ciudadanía".
También dijo que el país debe frenar la detención de jóvenes madres con hijos que escapan a la violencia en Centroamérica.
"Esas familias no representan amenaza para nadie", dijo. "Detenerlas es inhumano".
La ciudadanía por nacimiento no solo es un derecho constitucional, sino también les asegura que los niños no se conviertan en apátridas o parte de una subclase crónica.
Ante las llamadas de Trump para derogarlo, dijo: "Refleja nuestros peores temores y resentimientos. Y mina uno de los pilares de la fundación del país y nuestra identidad nacional".
También criticó, en parte, al gobierno demócrata, señalando que los índices de deportación alcanzaron cifras históricas bajo el mandato del presidente Barack Obama.
"Esto afecta de gran manera a las familias de inmigrantes, especialmente a aquellas que tienen hijos que son ciudadanos estadounidenses", comentó.
0 comentarios:
Publicar un comentario