La distinción reconoce la colaboración académica entre las instituciones educativas del país latinoamericano y la universidad alcalaína, que se ha concretado en diversos convenios y programas, como las becas de postgrado para estudiantes dominicanos o el Máster Internacional en Gestión Universitaria (MIGU).
El Paraninfo fue el marco en el que se desarrolló el acto de entrega a Fernández de la máxima distinción de la Universidad de Alcalá de Henares, en la que nació Miguel de Cervantes. Fundada en 1499, la Universidad de Alcalá de Henares es la tercera más antigua de España y su rector, Fernando Galván, hizo entrega de la distinción a Leonel Fernández.
“La UAH se siente en deuda con Leonel Fernández”, declaró Galván en su discurso, tras recordar que un total de 510 alumnos dominicanos han cursado estudios en la UAH en los últimos nueve años, lo que ha implicado una inversión de dos millones de euros aportados, de forma equitativa, por los respectivos países.
Por su parte, Fernández agradeció la concesión de la distinción, otorgada por la UAH en 2010 y que hasta ahora, según dijo, no había podido recoger.
“Por mi retraso en la entrega de esta distinción hay cierta degradación, ya que cuando se me concedió era presidente de la República Dominicana, y hoy acudo como desempleado”, bromeó. Fernández, que ostentó la Presidencia de su país en tres mandatos diferentes, (1996-2000), (2004-2008) y (2009-2012), centró su discurso en la globalización, así como en el derecho internacional.
El actual responsable de la Fundación Global Democracia y Desarrollo se refirió al incremento de los “impulsos nacionalistas” y la aparición, en consecuencia, de nuevos estados.
“Al tiempo de la globalización, existe una tendencia a la creación de identidades nacionales, de ciudadanos que aspiran a tener voz en el concierto internacional”, dijo.
Por otro lado, Fernández criticó la reciente sentencia emitida por la Corte Internacional de Derechos Humanos que insta a su país a otorgar la nacionalidad a los hijos de inmigrantes extranjeros nacidos en República Dominicana, donde hay una fuerte inmigración procedente de la vecina Haití.
Como doctor en Derecho, Fernández manifestó que un Estado solo debe otorgar la nacionalidad a inmigrantes irregulares en situaciones excepcionales, y nunca de forma automática, por lo que considera una “extralimitación” el pronunciamiento del Alto Tribunal.
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