Al menos 13 reclusos han muerto en la cárcel Uribana, en el estado occidental de Lara en Venezuela, después de que ingirieron un coctel de medicamentos y alcohol en forma de protesta, informó el ministerio de Servicios Penitenciarios.
La ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), que monitorea las violentas cárceles venezolanas, asegura que el número de fallecidos es de 23.
Asimismo, el gobierno de Venezuela informó de la intoxicación de otros 145 reclusos, quienes en su mayoría fueron trasladados a unidades médicas cercanas.
La cárcel de la Uribana, oficialmente llamada Centro Penitenciario Máximo Viloria, fue escenario en 2013 del segundo motín más grande en la historia de Venezuela, con un saldo de al menos 61 muertos, según cifras oficiales.
Diferentes ONG como OVP han denunciado la difícil situación de las cárceles venezolanas, que además de sobrepobladas son controladas por bandas criminales.
Desde enero, al menos unos 140 detenidos han escapado de centros de coordinación policial venezolanos, según OVP.
La última fuga fue esta semana en la zona de Los Teques, en las afueras de Caracas, donde 42 reos se escaparon.
Otras organizaciones, como Naciones Unidas, aseguran que el sistema judicial venezolano está politizado y debilitado, lo que impide el control de los convictos, que suelen estar involucrados en actividades ilegales incluso desde la cárcel.
Situación irregular en La Uribana
Medios locales reportaron hace unas semanas la llegada a La Uribana del tercer alcaide en tres meses, Julio César Pérez.
Según estos informes, las nuevas medidas que implementó -entre ellas, rigurosas requisas y castigos- generaron descontento entre los reclusos.
Un comunicado del Ministerio de Servicios Penitenciarios difundido este jueves dice que el lunes un grupo de reos se declaró en huelga de hambre para pedir la destitución de Pérez.
"Algunos privados de libertad en situación de insubordinación procedieron a asaltar el puesto de salud e ingresaron violentamente al área de enfermería, (...) procediendo a ingerir múltiples fármacos tales como antibióticos, antihipertensivos, hipoglicemiantes, antiepilépticos, alcohol absoluto, entre otros".
Esto es lo que, según el comunicado, generó la intoxicación de los 145 reclusos.
La ministra para el Servicio Penitenciario, Iris Varela, apoyó a Pérez y aseguró que "la protesta se suscitó porque se está poniendo orden en el penal y se eliminaron privilegios que tenían un grupo de privados de libertad".
Los reclusos, por su parte, emitieron un comunicado exigiendo derechos a la comunicación e información y mejoras en la alimentación, entre otras.
La crisis de las cárceles
Venezuela es uno de los países más violentos del mundo, con alrededor de 25.000 muertos en 2013, según el Observatorios Venezolano de Violencia.
"Las cifras oficiales, aunque menores, también revelan un país tomado por la lógica de la violencia", dice el corresponsal de BBC Mundo en Venezuela, Daniel Pardo.
Y añade: "Quizá no haya mejor ilustración de esto que la siempre tensa situación que viven las cárceles del país".
Varela reconoció en febrero que el Estado no tiene el control completo de algunas cárceles del país, pero negó que haya hacinamiento.
El gobierno venezolano decretó en 2012 una emergencia "en materia de infraestructura carcelaria".
El primer trimestre de ese año dejó 304 presos muertos y 527 heridos producto de diferentes motines en las cárceles.
Aunque parte de la estrategia ha sido aplicar estrictas medidas disciplinarias, la situación no ha cambiado, según los informes del OVP.
Según la ONG, 150 presos murieron y 110 resultaron heridos en el primer semestre de 2014.
Y en 2013 murieron 506 presos en las cárceles venezolanas, una cifra inferior a los 591 registrados en 2012 y a los 560 del año 2011.
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