Varias tiendas hicieron descender sus puertas de seguridad o cerraron los accesos al tiempo que unos 200 manifestantes se acostaban en el piso mientras coreaban: “¡Dejen de comprar y únanse al movimiento!” en el centro comercial Galleria en Richmond Heights, el cual se ubica a unos minutos hacia el sur de Ferguson, Missouri, donde el agente Darren Wilson baleó de muerte en agosto Brown, de 18 años, que estaba desarmado.
La protesta hizo que las autoridades cerraran el centro comercial aproximadamente una hora el viernes por la tarde, mientras que una manifestación similar de unas 50 personas tuvo el mismo efecto en el centro comercial West County en la cercana Des Peres. Aparentemente no se había hecho ningún arresto. Más tarde el viernes, la llegada de varias decenas de manifestantes llevó al cierre temprano del centro comercial Chesterfield.
A última hora de la noche del viernes, un grupo de un centenar de personas marchó por la calle West Florissant Avenue Florissant frente a las sedes de policía y bomberos de la ciudad cantando, bloqueando el tráfico y parándose ante algunos negocios.
“Serví a mi país. Pasé cuatro años en el Ejército, y siento que esto no es para lo que lo hice”, dijo Ebonie Tyse, de 26 años y de San Luis. “Serví a mi país para que hubiese justicia para todos. No según el color, edad, género o cualquier otra cosa”.
Quince personas fueron arrestadas, según el portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Missouri, Mike O’Connell. Añadió que entre los cargos que se presentarían en su contraría estaban disturbios del orden público e impedir el tránsito, y dos personas más serían acusadas de detenerse al arresto y otra de asalto.
El anuncio del lunes por la noche de que Wilson no sería acusado formalmente por matar a Brown desató protestas que se tornaron violentas y derivaron en el incendio provocado de unos diez edificios y de algunos vehículos. Decenas de personas fueron arrestadas.
Las protestas han continuado esta semana, aunque en forma más pacífica, ahora con la estrategia de interrumpir las compras. Otras protestas del viernes en Chicago, Nueva York, Seattle y el norte de California – donde los manifestantes se encadenaron a trenes – estuvieron entre las más importantes de la jornada del Viernes Negro.
En Oakland, más de una docena de personas fueron arrestadas después de que unos 125 manifestantes que portaban camisetas con la frase “Las vidas de negros son importantes” interrumpieron el servicio ferroviario de Oakland a San Francisco, y algunos de ellos se encadenaron a los trenes. Más tarde, en San Francisco, una marcha con cientos de personas se tornó violenta cuando algunos asistentes rompieron vidrios y lanzaron botellas y otros objetos a la policía, hiriendo a dos de ellos. Los agentes respondieron realizando arrestos aunque se desconoce el número.
Docenas de personas en Seattle bloquearon calles, y la policía dijo que algunos manifestantes aparentemente también encadenaron las puertas que habían sido cerradas en el centro comercial Pacific Place, ubicado cerca de allí. En Chicago, unas 200 personas se reunieron cerca del popular distrito de compras Magnificent Mile de la ciudad, donde Kristiana Colon, de 28 años, dijo que el viernes era “un día de conciencia y participación”. Es integrante del Colectivo Let Us Breathe, que ha estado llevando suministros a manifestantes en Ferguson, incluidas máscaras antigás.
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