La sociedad casi rasga sus vestiduras cuando el pasado 28 de mayo de este año María del Carmen Bocio, de 22 años, fue asesinada con un cuchillo tipo sierra por su concubino, José Ovidio Sicart, no por tratarse de un “caso más”, sino porque ocurrió en un lugar tan inesperado: la cárcel de La Victoria.
En realidad no ha sido la primera vez que ocurre en un presidio. El 27 de julio de 2010, Solany del Carmen Peralta Quiroz, fue estrangulada por su concubino, el reo Carlos Carvajal, en la cárcel de Moca, provincia Espaillat. Solany se unió a una fatídica lista de 84 mujeres que fueron estranguladas en el período 2010-2013, 10.57% de las muertes violentas de mujeres ocurridas en esos cuatro años, según datos ofrecidos a LISTÍN DIARIO por el Departamento de Estadísticas de la Procuraduría General de la República.
Las cifras recopiladas por la Procuraduría ponen en entredicho la tan socorrida frase de que “los números son siempre fríos”, pues revelan que de cada dos muertes violentas de mujeres en los últimos cuatro años una ha sido un feminicidio “íntimo”, 403 de 795, equivalentes a 50.69%.
Un recorrido por la ruta de las muertes violentas de mujeres en esos cuatro años muestra una realidad desgarradora: la mayoría son féminas en la adolescencia y en plena capacidad productiva y reproductiva. Un total de 108 muertes violentas, 13.58%, fueron de jóvenes con edades entre 10 y 19 años, y 372 de entre 20 y 39 años, equivalentes a 55.73%.
La provincia Santo Domingo se lleva el nada envidiable primer lugar como la demarcación donde más muertes violentas de mujeres ocurrieron en ese lapso, en su mayoría feminicidios íntimos, con un total de 205 (25.79%), seguida de Santiago, con 76 (9.56%); el Distrito Nacional con 73 (9.18%); San Cristóbal, 43 (5.41%) y La Altagracia, con 35 (4.40%).
La mayoría de los homicidios de mujeres ocurre también en horas no laborables y los fines de semana, cuando se reduce la capacidad de acción de las instituciones del Estado encargadas de brindar protección a las mujeres bajo amenaza.
Creen son más
Sergia Galván, directora de la organización feminista Colectiva Mujer y Salud, y Susi Pola, abogada y experta en violencia de género, consideran que esas estadísticas de la Procuraduría se quedan cortas porque en el país no existen cifras confiables en materia de feminicidios, debido a que hay un subregistro.
Sergia Galván, directora de la organización feminista Colectiva Mujer y Salud, y Susi Pola, abogada y experta en violencia de género, consideran que esas estadísticas de la Procuraduría se quedan cortas porque en el país no existen cifras confiables en materia de feminicidios, debido a que hay un subregistro.
Ambas coinciden en precisar que muchas mujeres agredidas no fallecen en el instante, pero posteriormente sí, y esos casos no se cuentan como feminicidios porque no se le da seguimiento a la mujer maltratada.
“El hecho de que mueran cerca de 200 mujeres al año por esta causa, que haya cerca de 200 hombres en las cárceles y por cada uno de esos feminicidios dos o tres víctimas directas, estamos hablando de unas 1,500 personas cada año impactadas por la violencia con traumas que durarán toda la vida”, precisó Galván.
Con respecto a los países de América Latina y el Caribe, República Dominicana también figura entre las naciones donde más feminicidios íntimos se cometieron el año pasado, sólo por debajo de Colombia y Perú, según el informe anual emitido el pasado miércoles por el Observatorio de Igualdad de Género para la región de la CEPAL.
La encuesta ENDESA 2013 tiene también todas las cifras disparadas sobre violencia contra la mujer respecto a la divulgada en el 2007.
En ese estudio, 66% de las mujeres consultadas indicó que siente con mucha frecuencia temor de ser agredida por su pareja, un dato que revela el impacto de esta problemática en el sexo femenino.
Más que enfermedades
En el período 2010-2013 ha ocurrido un promedio de 200 muertes violentas de mujeres por año, y en este 2014 ya las cifras superan las 130, mucho más que los 111 decesos que han provocado el dengue, la malaria, leptospirosis y chikungunya.
En el período 2010-2013 ha ocurrido un promedio de 200 muertes violentas de mujeres por año, y en este 2014 ya las cifras superan las 130, mucho más que los 111 decesos que han provocado el dengue, la malaria, leptospirosis y chikungunya.
Sin embargo, contrario a los feminicidios, estas enfermedades dan lugar a diversas campañas de orientación por medios de comunicación y a una apreciable movilidad social de las autoridades de Salud Pública y otros sectores sociales.
Galván lamentó que en el país el feminicidio ni siquiera esté tipificado con una definición legal porque los legisladores se han negado a incluirla en la reforma del Código Penal. “Aquí los servicios de atención a los casos de violencia contra la mujer están colapsados; estamos hablando de alrededor de 80,000 denuncias que hay que procesar cada año y apenas tenemos 17 unidades para procesar todo eso”, indicó Galván.
Mientras, Pola refirió que en el país no existe un levantamiento de datos sobre los feminicidios con perspectiva de género y fruto de una investigación profunda.
La investigadora en temas de violencia de género precisó que en España hay una alarma colectiva porque este año han contabilizado 45 feminicidios, con una población que quintuplica la de República Dominicana.
Ayer LISTÍN DIARIO inició una campaña a nivel nacional para crear conciencia, especialmente entre los hombres, sobre el necesario respeto a la dignidad y la vida de sus parejas, y con la intención fundamental de despertar la sensibilidad de todos los sectores de la sociedad frente a la problemática de los feminicidios.
795 asesinadas en 4 años
Sergia Galván consideró que estamos frente a una “tragedia nacional”, y además criticó que no estén activados todos los mecanismos para prevenir la violencia contra la mujer y los feminicidios, pese a las cifras alarmantes de casos con una tendencia a incrementarse cada día.
En ese sentido, la directora de Colectiva Mujer y Salud felicitó al LISTÍN DIARIO por la campaña y exhortó a otros medios de comunicación, instituciones de Estado y empresas privadas a sumarse a esta iniciativa.
“Iniciativas como esta son las que van a contribuir a reducir la violencia. Aquí hay que insistir en las campañas de prevención, tenemos que hacer muchos esfuerzos en ese sentido. La prevención acompañada de políticas públicas y de programas efectivos es clave”, añadió.
La campaña del LISTÍN DIARIO incluye la difusión de mensajes y llamados a los hombres, a fin de hacerlos reflexionar en el deber de respetar a la mujer.
Como parte de esta iniciativa, la Asociación Dominicana de Radiodifusoras (Adora) difundirá los mensajes a través de su amplia red de estaciones de radio, y el LISTÍN DIARIO lo hará a través de sus páginas y sus medios electrónicos. Incluye también que los mensajes sean difundidos en los tiempos de espera de las llamadas telefónicas de las empresas privadas e instituciones oficiales, para que tengan más eco y penetración y cumplan su función persuasiva.
Los afamados artistas y figuras del entretenimiento Johnny Ventura, Eddy Herrera, Héctor Acosta (El Torito), Mozart la Para, Antonio Rodríguez (Sexappeal), Jochy Santos y Marcos Yaroide, anunciaron de inmediato su apoyo a la campaña de este diario.
Pola también elogió la campaña del LISTÍN DIARIO y espera que la iniciativa logre que el Estado se conmueva ante esta problemática y que, incluso, declare el 2015 como año de la prevención de los feminicidios para garantizar un trabajo coordinado de todas las instituciones públicas, a fin de apoyar la labor que hasta el momento realizan el Ministerio de la Mujer y el ministerio público.
Trabajo coordinado
Galván y Pola abogaron por un trabajo coordinado entre los ministerios de la Mujer, Salud, Educación, Cultura y Trabajo en la labor de prevención de los feminicidios.
Galván y Pola abogaron por un trabajo coordinado entre los ministerios de la Mujer, Salud, Educación, Cultura y Trabajo en la labor de prevención de los feminicidios.
Las expertas en violencia de género citaron que los hospitales son los primeros en enterarse de los casos de agresiones y maltratos contra las mujeres que posteriormente pueden desencadenar en un feminicidio, el ministerio de Cultura tiene una cuota importante que aportar con el machismo, Educación con el trabajo del tema en las escuelas y el ministerio de Trabajo con el acoso sexual laboral.
Pola consideró que el país está igual que en el año 2000 cuando se comenzaron a contar las muertas por feminicidio, en un momento en que la problemática ha evolucionado y ha cambiado de escenario. “Aquí sólo se investigan profundamente los feminicidios íntimos, pero también hay otros feminicidios y muertes violentas de mujeres que se deben investigar a fondo y otras formas de violencia que son la antesala del feminicidio”, añadió.
Espera que la campaña del LISTÍN DIARIO concite el respaldo de la sociedad, pues entiende que “cantarle 30 años a un agresor o feminicida no es prevención”, tras precisar que prevención quiere decir que todo el sistema social, político y económico tiene que considerar que la mitad de su país está siendo agredida por la otra mitad, y por lo tanto hay que concebir una estrategia nacional desde todos los ministerios.
Galván también abogó por un trabajo coordinado entre los ministerios para enfrentar esta problemática que llena de luto y dolor cada año a tantos hogares dominicanos.
“El Ministerio de Salud Pública es la principal puerta de entrada de los casos de violencia, pero no hace absolutamente nada para enfrentarlos. Existen las normas nacionales de atención de violencia en salud, de cumplimiento obligatorio para el personal de salud, y esas normas están en los almacenes de Salud Pública”, precisó Galván.
Comité no funciona
Recordó que por ley también existe la Comité Nacional de Prevención y Lucha contra la Violencia Intrafamiliar (Conapluvi), donde están integrados todos los funcionarios al más alto nivel, pero no se reúne, y “cuando lo hace los ministros envían a esos encuentros a sus secretarias”.
Recordó que por ley también existe la Comité Nacional de Prevención y Lucha contra la Violencia Intrafamiliar (Conapluvi), donde están integrados todos los funcionarios al más alto nivel, pero no se reúne, y “cuando lo hace los ministros envían a esos encuentros a sus secretarias”.
La ruta que debe seguir una mujer para canalizar una denuncia de violencia es bastante desalentadora, porque implica una serie de pasos para recibir asistencia que contribuyen a que termine abandonando el caso, por los gastos en que debe incurrir en transporte, así como la incomodidad de dejar a sus hijos al cuidado de otras personas, y para las que trabajan los constantes permisos que deben solicitar a sus superiores para canalizarla.
El hogar se está convirtiendo en el lugar más inseguro para las mujeres y para los niños y niñas que también son víctimas de incesto, violaciones sexuales y maltratos físicos. Las cifras de la Procuraduría revelan que la mayor cantidad de mujeres son asesinadas en sus viviendas, algunas de ellas incluso en presencia de sus hijos, que muchas veces son los que tienen que salir a dar la voz de alarma cuando ocurre uno de estos casos.
En el país no se ha hecho una medición del impacto económico de los feminicidios, tomando en cuenta la pérdida de capital humano, porque muchos hombres son encarcelados o se suicidan, y son dos personas que salen del aparato productivo.
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