RIO DE JANEIRO -- Una embarazada fue baleada en un tiroteo entre policías y presuntos criminales en una favela de Río de Janeiro y la mujer afirma que un agente le negó ayuda, pero ella y su bebé sobrevivieron después de someterla a una cesárea en un hospital.
La policía no identificó por nombre a la mujer y a una amiga de ella que también resultó herida de bala y sólo señaló en un comunicado que las mujeres fueron rescatadas por los mismos vecinos después del enfrentamiento de la noche del sábado. Fueron trasladadas a un hospital cercano en la zona norte de la ciudad.
La embarazada identificada por medios locales como Leidiane de Oliveira dijo que los policías no la auxiliaron después del tiroteo a pesar de que pidió la ayuda de un oficial que las vio heridas.
"El policía solo gritaba `Baleamos a una embarazada. Baleamos una embarazada'", dijo Oliveira a la red televisiva Globo. "Yo grité. Le pedí socorro al policía. El me vio, vio que estaba embarazada, vio a mi amiga tirada en el suelo, y ni así quiso ayudarnos".
Un equipo táctico de una de las llamadas unidades pacificadoras, creadas para recuperar la seguridad en barrios peligrosos antes de las Olimpiadas de 2016, fue el que participó en el tiroteo. Patrullaban una calle en una favela montada en una colina cuando vieron hombres armados y pidieron que se entregaran. "En ese momento, un hombre efectuó diversos disparos contra los policías", señaló un comunicado policial.
Oliveira dijo que estaba en la casa de su amiga pintándole el cabello cuando se desencadenó el enfrentamiento. La amiga la protegió al colocarse frente a ella en la dirección que se oían los disparos. Uno de ellos atravesó a la amiga y entró con menos fuerza en la pierna de la mujer embarazada.
"Si no se hubiera puesto frente a mí, me hubiera matado a mí y a mi hijo", dijo Oliveira.
Los presuntos bandidos huyeron.
En 2008, la policía comenzó un ambicioso programa de seguridad para expulsar a las bandas de algunos de más de 1.000 barrios marginales de la ciudad. Algunos critican del uso de tácticas de mano dura.
El estado de Río de Janeiro tiene la tasa más alta de muertes por policías, según una organización gubernamental. Más de 400 murieron en acciones policiales en 2013, la mayoría en la región metropolitana.
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