El Festival de Cine Global Dominicano abrió el pasado martes su edición número ocho con “Dólares arena”, que protagoniza la actriz Geraldine Chaplin dirigida por la pareja de cineastas Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas.
El filme, posee una modestia que en esta ocasión también fue exhibida en la gala, que abrió asi una muestra que se desarrollará hasta el 19 de noviembre. Celebrado en el Teatro Nacional Eduardo Brito, en el acto inaugural estuvieron presentes la vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño de Fernández, el ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, y el alcalde del Distrito Nacional, Roberto Salcedo.
La proyección de esta cinta fue oportuna, ya que el país invitado de honor es México, y Cárdenas es de esa nacionalidad, mientras que Guzmán es dominicana. El embajador de ese país, José Ignacio Piña Rojas, dirigió unas palabras a la audiencia.
En su obra, de cuatro largometrajes, la pareja ha mostrado una visión del cine particular, dueños de una sensibilidad con la que han ido forjando su sello personal.
La película, basada en la novela “Les dollars des sables”, del francés Jean-Noël Pancrazi, narra la historia de un triángulo amoroso conformado por Anne (Chaplin), Noelí (Yanet Mojica) y su novio (Ricardo Ariel Toribio).
Los realizadores continúan esa búsqueda de una identidad visual y cuentan una historia sin necesidad de muchos artificios ni complicados diálogos, y sobre todo con una organicidad en las actuaciones que la acerca al neorrealismo.
De hecho, en este filme los parlamentos son un elemento secundario que marca solo algunos puntos importantes. En ese sentido, tienen relevancia las miradas (la de Anne al enterarse de que hay alguien más en la vida de Noelí).
los silencios y las imágenes, en la que muchas veces la cámara, con sus movimientos, hace que los espectadores sientan que presencian un hecho real, como si fueran voyeristas.
Pese a la universalidad de estos temas, encontramos en este cuarto largometraje del tándem Guzmán- Cárdenas, ese elemento que fue y ha sido una constante en el cine nacional: la marcha a un país más avanzado para tener una mejor vida. “Un pasaje de ida”, (Agliberto Meléndez, 1988); “Nuebayol” (Ángel Múñiz, 1995) y “Sanky Panky” (José E. Pintor, 2005) son algunos ejemplos.
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