Has visto que los lunes sin carne, los restaurantes veganos y las bebidas verdes están de moda. Sabes que las verduras pueden ayudar a perder peso y defenderte de las enfermedades crónicas. Sin embargo, si eres como la mayoría de los estadounidenses, es probable que todavía no estés comiendo las suficientes.
Si necesitas un poco de motivación para obtener tu parte, aquí hay cuatro razones sorprendentes para aumentar tu consumo de verduras:
1. Combaten la hinchazón
Aunque podrías asociar a las verduras con hinchazón de estómago, la mayoría de las verduras realmente hacen lo contrario. Las verduras son ricas en fibra, extraen los desechos y sustancias irritantes gástricas y previene el estreñimiento, manteniendo al tracto digestivo en movimiento.
Las verduras también te pueden ayudar a verte más delgado al contrarrestar la hinchazón causada por la sal. La mayoría de los adultos estadounidenses consumen casi el doble del límite recomendado de sodio. Comer un panecillo con huevo y tocino, una comida típica de restaurante o una sopa instantánea significa consumir casi la porción completa de sodio del día. Las verduras son ricas en potasio y agua, lo que ayuda a eliminar los excesos de sodio del cuerpo, mientras restaura el balance de los fluidos normales del cuerpo
Para aliviar esa sensación de llenura en el estómago, trata de comer hinojo, pepinos, calabaza, lechuga romana, lechuga de hoja roja o tomates.
Si experimentas gas cuando empiezas a añadir más fibra y verduras a tu dieta, elige verduras al vapor en vez de crudas. El calor de la cocción disminuye parte de la fibra y mantendrá las molestias gástricas al mínimo, mientras tu cuerpo se adapta al consumo de la fibra que necesitas.
2. Crean un brillo juvenil
¿Quieres una piel que luzca más joven? Las verduras previenen los signos no deseados del envejecimiento y mantienen la piel joven y flexible gracias a los fitonutrientes, vitamina C y alto contenido de agua.
Muchos vegetales tienen de 85% a 95% de agua, lo que ayuda a hidratar la piel y reducir las arrugas. Y los fitonutrientes, que se encuentran en todas las verduras, pueden proteger contra el envejecimiento prematuro mediante la prevención de daños en las células del estrés, el sol, la contaminación y otras toxinas ambientales. La vitamina C ayuda en la formación de colágeno, de acuerdo a los estudios.
Elige verduras de colores rojos y anaranjados brillantes y obtendrás un aumento adicional de beta caroteno, que te puede dar un brillo saludable, mientras protege la piel del daño solar. Del mismo modo, el licopeno, que se encuentra en las verduras de color rojo como el tomate, también se ha demostrado que actúa como un protector solar natural.
Come verduras como tomates, pepinos, pimientos, brócoli y papas para obtener vitamina C y zanahorias, camote, calabaza y otros productos color naranja para obtener el beta caroteno.
3. Reducen el estrés
El estrés puede hacer que te sientas cansado y de mal humor, dificultando tu habilidad para optar por opciones de nutrición sanas. El resultado es comer en exceso o compulsivamente.
Mientras tanto, los nutrientes como el magnesio y la vitamina C se reducen rápidamente en momentos de estrés. Por suerte, muchas verduras contienen estos mismos nutrientes, así como los ácidos grasos omega-3 que reducen la tensión y vitaminas del complejo B que combaten la ansiedad y la depresión.
El potasio y el magnesio que se encuentran en algunas verduras también pueden calmarte desde el interior, mientras relajan los vasos sanguíneos y mantienen baja tu presión arterial, según un estudio. Y la fibra mantiene estables los niveles de azúcar en la sangre, evitando reducción de la energía y los cambios de humor relacionados.
Para reducir el estrés, come cualquier tipo de vegetal. Los hongos, verduras de hoja verde, calabaza, papas, pimientos, espinaca, col china, hinojo, judías verdes y edamame son especialmente buenas fuentes de varias vitaminas y minerales.
Por consumir más verduras sin complicaciones y combatir el estrés, añade verduras de hoja verde, champiñones y pimientos a tus sándwiches, wraps, sopas, pizza, salsa de tomate y tortillas.
4. Protegen tus huesos
La mayoría de la gente piensa que los productos lácteos protegen los huesos, gracias a su alto contenido en calcio y vitamina D. Sin embargo, algunas verduras también tienen estos mismos nutrientes, además de vitamina K que ayuda a la formación de hueso, magnesio, potasio y fibra prebiótica.
Los tomates en particular han sido recientemente vinculados a la salud ósea.Un estudio encontró que cuando se quitan de la dieta los alimentos ricos en licopeno, como el tomate, las mujeres tienen un mayor riesgo de osteoporosis.
Come hojas largas y verde oscuro como la col rizada, el nabo, la col rizada, espinacas (¡cocinadas para obtener más calcio!), brócoli y guisantes verdes para obtener calcio y vitamina K. Los hongos contienen vitamina D, mientras que los espárragos, acelgas, col, alcachofas, cebollas, el ajo y los puerros están llenos de fibra prebiótica.
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