1 de diciembre de 2014

Con palomas blancas México dijo hasta siempre a Chespirito en Estadio Azteca


México, EFE.- Palomas blancas sobrevolaron hoy el Estadio Azteca de Ciudad de México para despedir al comediante Roberto Gómez Bolaños, Chespirito, en un sentido homenaje en que se le dijo hasta siempre y gracias por crear inmortales personajes como el Chavo del 8 y el Chapulín colorado.  

Decenas de pequeños chavitos del 8, chapulines colorados y la esposa del actor, Florinda Meza, fueron los encargados de liberar de cajas blancas a las palomas, que dieron vueltas por todo el Coloso de Santa Úrsula, como se conoce al estadio, tras una ceremonia religiosa.
“Se ve, se siente, el Chavo está presente”, le gritaron los admiradores al comediante, fallecido a los 85 años el viernes pasado en el balneario de Cancún, donde pasó sus últimos años de vida aquejado por deficiencias respiratorias y de la presión.
Mariachis, cánticos de sus seguidores, flores blancas y aplausos también fueron una constante a lo largo del homenaje, en que los asistentes no llenaron ni la mitad del Estadio Azteca, con capacidad para 100.000 personas.
“Ay, ay, ay, ay canta y no llores, porque cantando se alegran, cielito lindo, los corazones”, entonaron los seguidores del actor.  Los pequeños que personificaron a los emblemáticos personajes de Chespirito también le cantaron una canción inédita en la que le llamaron “genio, maestro y amigo”.   Y es que, “sin querer queriendo”, Chespirito les sacó más de una lágrima a sus seguidores en el homenaje en el Azteca.
“Sentí bien feo, mucha tristeza cuando se murió”, dijo a Efe entre lágrimas la abuela Natalia Isidra, quien fue una de las miles de mexicanas que fueron a despedir al comediante. Vestida con una capa roja y un gorro alusivo al Chapulín, la mujer dijo que acudió a la cita a dejarle su cariño y flores a Gómez Bolaños, como lo pidió la convocatoria de la cadena Televisa.
“Vinimos tres generaciones; yo, mi hija y mi nieto, porque todos crecimos viendo sus programas”, contó la abuela. En la ceremonia de despedida no importó nacionalidad, etnia, edad ni condición social.
Todos se unieron en torno a un mismo propósito, decir “gracias por siempre” a Chespirito, diminutivo castellanizado de Shakespeare con el que bautizó el director de cine Agustín Delgado a Gómez Bolaños.
“Para mí Chespitito ha sido un personaje muy exclusivo, especialmente para mis hijos. Desde muy pequeña para mí todos sus programas me encantaban y como ando de turismo por acá quise quedarme para despedirlo”, contó la colombiana Doris Charry.   La comunidad venezolana residente en México también estuvo presente en la despedida al padre de personajes como la Chilindrina, el Profesor Jirafales, el Chómpiras, Jaimito el Cartero y el Doctor Chapatín.
“Asistí al homenaje porque desde niña viéndolo y que tus hijos aún vean el Chavo es como una cadena que no se rompe y no se romperá nunca porque va a quedar presente para toda la vida”, afirmó la venezolana Alesbeth Reyes, quien llegó al Azteca con su hija vestida del personaje Popis, de el Chavo del 8.   “Qué bonita vecindad, es la vecindad del Chavo. No valdrá medio centavo, pero es linda de verdad”, se cantó en la despedida, en la que también se vieron ondear algunas banderas de Brasil y Chile.

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