Hagel, que vino a Bagdad para informarse de primera mano sobre la situación, mantuvo una serie de reuniones con altos funcionarios del gobierno iraquí y conferenció con comandantes militares estadounidenses.
El secretario de defensa se reunió con al-Abadi en el despacho del primer ministro después de hablar ante un grupo de soldados estadounidenses y australianos en el aeropuerto internacional de Bagdad.
Al-Abadi le dijo que el Estado Islámico "está en descenso" y que sus capacidades se han visto reducidas.
"Estamos muy agradecidos por el apoyo que se nos ha dado", afirmó el primer ministro. "Nuestras fuerzas están avanzando en el terreno. Pero necesitamos más poderío aéreo y más armas pesadas".
Cuando la prensa le preguntó sobre el pedido de al-Abadi, Hagel respondió: "Aprecio su franqueza" pero no especificó cuál fue su respuesta.
Funcionarios estadounidenses han dicho que la mayor necesidad de los iraquíes es un liderazgo militar competente y no más armas.
El primer ministro dijo que el Estado Islámico ha adquirido un amplio arsenal y que mantiene la capacidad de desplazamiento entre Irak y Siria. Esto contrasta con declaraciones de comandantes estadounidenses según las cuales la capacidad de los extremistas de reabastecer a sus combatientes en Irak se ha visto severamente reducida debido a los ataques aéreos.
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