Mientras los rescatistas trabajaban contrarreloj, familiares y vecinos esperaban a las puertas del hospital situado en la delegación Cuajimalpa, al poniente de la ciudad, en espera de información sobre las consecuencias del estallido del camión cisterna que, como cada mañana, abastecía de gas el depósito situado junto a la entrada del complejo.
Después de una mañana confusa en la que danzaron las cifras, el alcalde de la Ciudad de México, Miguel Angel Mancera, informó en una rueda de prensa que los dos fallecidos fueron un bebé de semanas y una mujer de 25 años.
Más tarde, el secretario de Salud local, Armando Ahued, dijo en entrevista con Grupo Imagen que otra bebé falleció tras ser atendida en otro hospital, por lo que la cifra total de fallecidos subió a tres.
Las cifras de heridos también fueron en aumento al paso de las horas. Ahued, dijo por la tarde que 66 personas, entre ellas 21 bebés, resultaron heridas de diversa consideración.
Más tarde, Ahued indicó en Radio Fórmula que la cifra había subido a 73.
Al entrar la noche, Mancera comentó que tras realizar el trabajo manual de remoción de escombros en varias zonas se determinó que no había más personas atrapadas, por lo que el retiro del material caído continuaría con maquinaria.
Dijo que en las siguientes horas podrían ser dadas de alta varias personas, incluidas algunas madres que resultaron lesionadas cuando protegieron con sus cuerpos a sus bebés.
Los tres trabajadores del camión se encontraban en calidad de detenidos. El gobierno informó que la compañía provee de gas a todos los hospitales públicos de la capital desde 2007.
El vehículo que estalló tenía capacidad para 5.800 litros, de acuerdo con un mensaje publicado en la cuenta de Twitter del secretario de Energía federal, Pedro Joaquín Coldwell.
El secretario de Protección Civil de la ciudad, Fausto Lugo, precisó que se calcula que el camión se encontraba al 85% de su capacidad al momento del estallido.
Felicitas Hernández, de 35 años, lloraba mientras esperaba en las afueras del hospital a que alguien le dijera lo que había pasado con su bebé de un mes, internado con graves problemas respiratorios.
Mancera dijo que si aún se observaba fuego en la zona por la tarde era porque el Cuerpo de Bomberos había recomendado que se dejara consumir el gas que transportaba el camión cisterna para disminuir el riesgo de otra explosión.
Las autoridades han informado que la búsqueda de posibles víctimas continuará el tiempo necesario.
"No podemos descartar nada sobre personas bajo los escombros", dijo Lugo, el secretario de Protección Civil.
"Empezamos a oír el ruido del escape de gas. Les reventó la manguera", dijo Laura Díaz Pacheco, quien trabaja como técnico de laboratorio.
La mujer comentó que en un momento todos volvieron a trabajar, pero de pronto los empleados del camión cisterna "estaban muy nerviosos, gritaban".
"Se ve una gran nube de gas", dijo Agustín Herrera, un anestesiólogo que iba de salida de su turno. "Justo cuando salimos es la explosión. Ahí vimos salir a madres heridas con bebés, caminando por su propio pie".
García, de 22 años, manejaba un autobús cuando oyó noticias sobre la explosión en el lugar en el que acababa de nacer su segundo hijo. Pidió a los pasajeros que transportaba que se bajaran y se dirigió al hospital.
"Cuando llegué al hospital y lo vi hecho pedazos, pensé lo peor", dijo. Esperó al menos una hora y luego una enfermera le dijo que su esposa y su bebé estaban bien y que habían sido transferidos al ABC Santa Fe.
El presidente Enrique Peña Nieto envió a través de su cuenta de Twitter su solidaridad con las víctimas y sus familiares. Señaló que ordenó a su gobierno apoyar las labores en la zona.
El papa Francisco también lamentó a través de su cuenta de Twitter el incidente.
"Recemos por las víctimas de la explosión en el hospital de Cuajimalpa, México, y por sus familiares que el Señor les conceda paz y fortaleza", señaló en la red social.
Ismael García, de 27 años y vecino de la zona, dijo a la AP que cuando escuchó la explosión salió de inmediato y corrió hacia el hospital.
"Hubo una súper explosión y todo se prendió de fuego", dijo el hombre, que dijo que ayudó a sacar bebés de la zona de cunas. "Entramos a apoyar, a sacar escombros, a sacar bebés del cunero. Afortunadamente pudimos sacar a los ocho bebés".
El hospital se encuentra en una zona urbanizada de clase media baja, junto a una escuela y un mercado.
Según el gobierno de la capital, el hospital se fundó en 1993 y tiene 35 camas.
0 comentarios:
Publicar un comentario