La compañía anunció poco después de las 4 a.m. del miércoles, hora de Brasil, que decidió publicar sus estados financieros no auditados para los tres meses hasta el 30 de septiembre, que originalmente estaban previstos para noviembre, para evitar romper algunos de sus convenios de deuda.
Sin embargo, Petrobras dijo que era "imposible medir de una manera correcta, completa y definitiva" sus pérdidas por un presunto esquema de sobornos y corrupción dentro de la compañía - que se considera el más grande de su tipo en la historia de Brasil.
Los analistas en su mayoría esperaban que Petrobras registrara una depreciación de hasta 20 mil millones de dólares en lo que habría sido un primer paso vital para recuperar la credibilidad en el mercado y la confianza de PwC, sus auditores, que se han negado a firmar sus cuentas mientras la policía investiga las acusaciones de corrupción.
Alrededor de 40 ejecutivos de grandes empresas constructoras de Brasil y ex directores de Petrobras han sido arrestados durante los últimos meses por el escándalo. Se les acusa de conspirar para inflar el valor de los contratos de Petrobras hasta en un 3 por ciento en todo, desde refinerías hasta buques, con el fin de pagar sobornos y canalizar dinero a los políticos, principalmente del Partido de los Trabajadores, ahora en el poder, y sus aliados.
Sin resultados auditados, Petrobras puede tener dificultades para obtener nuevo capital y está en riesgo de desencadenar un incumplimiento técnico por violar los términos de parte de su deuda existente, según analistas y abogados. A principios de este mes, algunos acreedores acordaron aceptar los resultados no auditados del tercer trimestre, siempre y cuando fueran divulgados a finales de esta semana.
Sin embargo, los analistas dijeron que el gobierno brasileño tal vez tendría que proporcionarle a la compañía fondos de emergencia - una medida que no sólo despojaría a Petrobras de su calificación crediticia de grado de inversión, sino que también pondría en peligro el grado de inversión de Brasil. Con más de $135 mil millones de deuda bruta hasta finales de septiembre, Petrobras se ubica como la compañía petrolera más endeudada del mundo.
Petrobras anunció el miércoles que estaba tomando medidas para no verse en la necesidad de "visitar los mercados de deuda en 2015".
El escándalo llega en un momento particularmente delicado para la economía de Brasil mientras la presidenta Dilma Rousseff lucha por recuperar la confianza de los inversionistas con una serie de medidas favorables al mercado y evitar otra recesión técnica este año.
También llega en un momento en que Petrobras enfrenta grandes retos operativos a causa de la caída del precio mundial del petróleo. Según los resultados no auditados, los ingresos netos de Petrobras cayeron un 9 por ciento hasta R$3.09 mil millones en el tercer trimestre, en comparación con el mismo período de 2013.
Petrobras registró una depreciación de R$2.7 mil millones en dos de sus refinerías en el noreste de Brasil.
"La compañía consideró que debería poner fin a esos proyectos, debido a los resultados económicos obtenidos hasta el momento y teniendo en cuenta las tasas de crecimiento proyectadas para los mercados nacionales e internacionales para productos del petróleo, así como la falta de un socio económico para el proyecto", señaló Petrobras.
También hay crecientes temores por el impacto del escándalo en la economía general de Brasil. Mientras que la naciente industria del petróleo y gas del país ha quedado efectivamente en suspenso, los analistas han advertido de posibles incumplimientos de las empresas de construcción que enfrentan una crisis de liquidez tras ser vinculadas con el escándalo.
OAS, que está construyendo la tercera mayor represa del mundo, no ha cumplido con dos pagos de deuda después de que su presidente ejecutivo fue detenido por la policía en noviembre como parte de la investigación sobre el escándalo. Fitch ha advertido de nuevos retos para los bancos públicos brasileños ya que enfrentan mayores provisiones para insolvencias en los sectores de la construcción y el petróleo y el gas.
Petrobras dijo que está cooperando con la investigación de la policía, mientras que OAS rehusó hacer comentarios.
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