Andreas Lubitz, el copiloto que se sospecha que de forma deliberada estrelló el Airbus A320 de la aerolínea alemana Germanwings este martes, predijo que "algún día todo el mundo sabrá mi nombre".
Esto de acuerdo a las declaraciones de la exnovia de Lubitz al diario alemán Bild.
"Recuerdo que me dijo: 'un día voy a hacer algo que cambiará todo el sistema y todo el mundo sabrá mi nombre y me recordará'", dijo.
El vuelo 4U 9525 en el que viajaba Lubitz como miembro de la tripulación se estrelló este martes con 150 personas a bordo.
La mujer, una azafata de 26 años de edad y quien voló con Lubitz durante cinco meses el año pasado, afirmó que estaba "en shock" cuando escuchó las noticias sobre el hecho.
"Si él, de forma deliberada, causó la caída del avión fue porque entendió que debido a sus problemas de salud, su gran sueño de ser un piloto de Lufthansa, como capitán de vuelos internacionales, era prácticamente imposible", dijo.
Este jueves, investigadores franceses revelaron que después de escuchar la caja negra del avión y de estudiar la información del caso, se podría afirmar que Lubitz, quien estaba en control del Airbus A320 después de que el piloto saliera de la cabina para usar el baño, había causado de forma deliberada el descenso del avión que finalmente se estrelló en el sur de Francia causando la muerte de 150 personas.
Enfermedad
Otro dato que se conoció en las últimas horas es que Lubitz escondió a la empresa los detalles de una enfermedad que padecía, informaron el viernes fiscales alemanes.
La fiscalía de la ciudad alemana de Dusseldorf indicó que encontró evidencia en la casa de Andreas Lubitz, el copiloto de 28 años, que revela "una enfermedad existente y el tratamiento médico adecuado".
El fiscal Ralf Herrenbrueck señaló en una declaración que hallaron en su apartamento en esa ciudad notas escritas, y rotas en pedazos, sobre una ausencia médica que "apoyan el actual análisis preliminar de que el fallecido escondió su enfermedad a su empleador y sus colegas".
Pero no se indicó qué enfermedad sufría Lubitz.
El fiscal agregó que no hay evidencia de un motivo político o religioso para sus acciones y que no se encontró una nota de suicidio.
Los medios alemanes, sin embargo, han estado informando que el copiloto sufría depresión y necesitaba revisiones médicas continuas.
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