"Lo tengo que decir, a veces yo me he sentido usado por la política del país. Políticos argentinos que pedían audiencia", dijo el Papa en una entrevista a la cadena Televisa y difundida el viernes.
El Papa no identificó a ninguno de los políticos en cuestión, pero apuntó que "los argentinos cuando vieron un Papa argentino se olvidaron de todos los que estaban a favor o en contra del Papa argentino".
La presidenta Cristina Fernández y muchos dirigentes políticos y humanitarios vinculados al gobierno que tenían una opinión negativa del cardenal Jorge Mario Bergoglio cambiaron de opinión cuando fue elegido Papa.
Francisco reflexionó que el problema de los argentinos es que "nos agrandamos con facilidad. La desmesura argentina, propia de nuestra manera de ser, un poco compadrita, pillada, somos los mejores de América" y hasta contó un clásico chiste sobre la personalidad de los argentinos: "¿Usted sabe cómo se suicida un argentino? ¡Se sube arriba de su ego, y de ahí se tira abajo!".
Francisco también se refirió a los contactos a "título personal" que mantiene con compatriotas por fuera de los canales oficiales del Vaticano y que le han traído varios dolores de cabeza cuando trascienden, pese a lo cual no desistirá con estos contactos informales.
"Yo sé que mucha gente, sin quererlo, la mayoría, algunos queriéndolo, usan su venir acá o una carta mía o un llamado. Hay gente a la que yo llamo y nunca abre la boca. Y he llamado y nunca lo dijo ¿no? Enfermos, o que he mandado una carta y nunca la publicaron, otros sí ¿no cierto?", comentó el Papa.
"Pero, si siento que yo debo hacer algo, lo hago y corro el riesgo. Y bueno, ¡qué va a ser!", aseveró.
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