JOHANNESBURGO, Sudáfrica-- Armados con un sentido del olfato sumamente agudo, los perros tienen un largo historial de detección de explosivos para sus manejadores humanos. Ratas entrenadas detectan con el olfato minas terrestres de antiguas guerras africanas. En Croacia, investigadores han tratado de entrenar abejas para identificar TNT.
Ahora se trata de elefantes. Investigaciones realizadas en Sudáfrica que involucran a las fuerzas armadas estadounidenses muestran que los paquidermos sobresalen en la identificación de explosivos a través del olfato, avivando conjeturas sobre si su extraordinaria habilidad puede salvar vidas.
"Ellos lo resuelven muy, muy rápidamente", dijo Sean Hensman, copropietario de una reserva de animales donde tres elefantes aprobaron el examen de detección por olfato oliendo cubetas y recibiendo como premio una fruta cuando mostraron que habían reconocido muestras de TNT, un explosivo común, levantando una pata delantera.
Otro punto favorable: los elefantes recuerdan su entrenamiento durante más tiempo que los perros, dijo Stephen Lee, director científico de la Oficina de Investigación del Ejército de Estados Unidos, uno de los principales financiadores de la investigación.
La investigación ocurre en momentos en que las poblaciones de elefantes en toda África están amenazadas. Cazadores furtivos en todo el continente han matado anualmente decenas de miles de elefantes en años recientes por sus colmillos debido a un aumento en la demanda de marfil en Asia, principalmente en China.
La capacidad potencial del paquidermo para detectar explosivos fue notada en Angola, un país al que habían regresado muchos elefantes después de que un tratado de paz de 2002 terminó una prolongada guerra en la que muchos elefantes fueron sacrificados. Aunque había paz, el terreno seguía sembrado de campos minados. Algunos elefantes parecían evitarlos intencionalmente, aunque podría no haberse tratado de un olor lo que los mantuvo alejados; en lugar de ello pudieron haber asociado esas áreas con peligro porque ahí habían muerto elefantes en el pasado.
Investigadores se vieron inspirados para descubrir qué estaba ocurriendo.
Cerca de Bela-Bela, un poblado al norte Pretoria, la capital sudafricana, a los elefantes llamados Shan, Mussina y Chishuru se les realizaron exámenes de detección por olfato. Los elefantes detectaron muestras de TNT en 73 ocasiones de 74 intentos, encontrando su olor en una fila de cubetas, dijo Ashadee Kay Miller, un estudiante de Zoología en la Escuela de Animales, Plantas y Ciencias Ambientales de la Universidad de la Witwatersrand en Johannesburgo.
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