LA HABANA (AP) -- El canciller español José Manuel García-Margallo pidió el martes a Cuba acelerar sus reformas económicas y al presidente Raúl Castro que asista a la Cumbre Iberoamericana que se celebrará en México, en diciembre.
"España desearía un ritmo más rápido en las reformas económicas que den un margen mayor a la iniciativa privada y a la inversión extranjera...
que se avance a la unificación monetaria y se permita una descentralización", expresó el canciller en una declaración leída ante periodistas en el cual no se aceptaron preguntas.
García-Margallo cerró con esta declaración dos días de visitas a la isla, la primera de un ministro del actual presidente Mariano Rajoy del Partido Popular, una agrupación que siempre criticó a Cuba por su modelo de gobierno y cuyo anterior líder José María Aznar congeló relaciones con la isla.
El presidente Raúl Castro inició en 2010 un proceso de reforma que contempló una limitada apertura, la entrega de tierras en usufructo a particulares y la normalización del mercado de bienes raíces y automóviles, sin embargo aseguró que se trata de una actualización del modelo socialista y no un cambio de régimen. Las autoridades cubanas abrieron una zona franca en la localidad de Mariel, en las afueras de la capital y aprobaron una nueva ley de inversiones extranjeras con la cual buscan atraer capitales e inversores.
Según el diplomático español, durante la reunión del martes con el canciller Bruno Rodríguez y el vicepresidente Miguel Díaz-Canel hablaron sobre "temas de agenda global y regional" entre ellos la presencia de Cuba en la Cumbre Iberoamericana que se desarrollará en diciembre en Veracruz, un foro al cual la nación caribeña bajó de perfil en los últimos años priorizando otras como la de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y otros de índole más ideológica como la Alianza Bolivariana de las Américas.
"Cuba juega un papel esencial en la comunidad iberoamericana de naciones y su presencia en Veracruz al máximo nivel del presidente Raúl Castro es importante", dijo el canciller español.
Las relaciones entre Cuba y la Unión Europea tuvieron un punto mínimo en 2003 cuándo la isla detuvo a 75 disidentes --posteriormente liberados--, aunque con esta década se produjeron intentos normalizadores y se dio oficialmente inicio a conversaciones para un diálogo político.
García-Margallo también solicitó a las autoridades cubanas permiso para ampliar sus oficinas consulares e incluso abrir una en la provincia de Santiago de Cuba, pues debido a la ley de memoria histórica que permite a nieto de ciudadanos españoles adquirir esa nacionalidad hay actualmente 118.500 nuevos españoles en la isla que podrían triplicarse al terminar el proceso.
Dijo que abogó ante Cuba para que permita a una docena de ex presos políticos con libertad condicional salir del país, una posibilidad hasta ahora negada pues aún tienen causa con la justicia. También solicitó que pueda regresar a la isla el grupo de disidentes que viajaron a España en 2010, pero no informó cuál fue la respuesta de las autoridades de la isla.
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