Francisco, cuyo aparente desdén por los teólogos es bien conocido, dijo el viernes a la Comisión Teológica Internacional que deben "escuchar humildemente" la voz de Dios prestando atención al modo en que los católicos ordinarios viven y practican su fe.
"Juntos con todos los cristianos, los teólogos deben abrir los ojos y los oídos a las señales de los tiempos", les dijo
Integrada por prominentes teólogos de todo el mundo, la comisión es un organismo consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe, guardiana de la ortodoxia en el Vaticano. Ambas son dirigidas por el cardenal Gerhard Mueller, un teólogo conservador designado por el papa Benedicto XVI.
La Congregación es notoria por disciplinar a los teólogos cuyos escritos o enseñanzas se distancian de la doctrina cristiana. Ha sido censurada por emitir esas notificaciones disciplinarias sin consultar a los académicos ni darles la oportunidad de justificar su obra.
Francisco se ha quejado de que los teólogos entorpecen a la iglesia en su misión de evangelizar y trabajar junto con otras comunidades cristianas. El fin de semana pasado, a su regreso de Turquía, el pontífice manifestó la necesidad de que las iglesias católica y ortodoxa transiten el camino de la unidad.
"¿Qué estamos esperando? ¿Qué los teólogos se pongan de acuerdo? Eso no ocurrirá nunca, se lo aseguro", dijo Francisco. "Soy escéptico".
Francisco ha insistido en lo que llama "teología de rodillas", una teología más compasiva que no se limite a reglas e imposiciones sino que se acerque a los fieles donde estos estén.
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