La milicia radical islámica Boko
Haram exigió 800 vacas a cambio de liberar a las veinte mujeres que
secuestró hace una semana en un asentamiento nómada de la etnia fulani
en el norte de Nigeria, según revelaron medios locales.
“Los rebaños son el bien más preciado por los fulani”
El rapto de las veinte mujeres se
produjo el pasado jueves en un asentamiento del Estado de Borno -feudo
político y operativo de Boko Haram- muy cercano a Chibok, donde el 14 de
abril fueron secuestradas más de 200 niñas por el grupo terrorista, que
todavía las mantiene retenidas.
Los fulani informaron a la Policía
de la petición de los secuestradores, que exigen 40 vacas por cada mujer
secuestrada, pero "todos dijeron que esa demanda es insostenible",
señaló un policía de Maiduguri al periódico.
"Los rebaños son el bien más preciado por los fulani, porque sin ellos no tendrían medios de subsistencia", explicó el oficial.
Otra de las preocupaciones de los
familiares es que los secuestradores no liberen a las mujeres tras
entregar al ganado, por lo que "rezaremos para que nuestras esposas
regresen sanas y salvas a casa", dijo un hombre fulani, citado por el Leadership.
Tras asaltar el asentamiento
nómada, el grupo de hombres armados obligó a las mujeres a meterse en
varias camionetas y, según señalaron fuentes del gobierno del Estado de
Borno, "fueron llevadas por la misma ruta por la que se llevaron a las
niñas secuestradas".
Miles de desplazados por ataques
Aunque Borno es uno de los tres
estados en los que el Gobierno ha decretado una situación de emergencia,
esta medida no ha conseguido frenar los ataques de la milicia radical.
Desde que la Policía acabó en 2009
con el entonces líder de Boko Haram, Mohamed Yusuf, el grupo terrorista
ha asesinado a doce mil personas y ha herido a otras ocho mil en los
últimos cinco años, según señaló el presidente nigeriano.
Asimismo, la Agencia Nacional de
Gestión de Emergencias (NEMA) informó que 6,227 personas se han visto
obligadas a abandonar sus comunidades en el estado de Borno, en el norte
de Nigeria, durante la última semana para huir de los ataques de Boko
Haram.
El portavoz de la NEMA, Ibrahim
Abdulkarim, aseguró a los periodistas que el número de desplazados
internos aumentará mientras continúan llegando personas a Maiduguri, la
capital de este estado nigeriano, considerada relativamente segura.
La mayor parte de los desplazados
internos han venido de partes remotas de Borno, cercanas a la frontera
con Camerún, donde el grupo terrorista ha desatado el caos en las
comunidades locales durante los últimos días.
Otros desplazados se dirigen a otros estados cercanos, como Adamawa y Gombe, para escapar de los ataques de la secta islamista.
©EFE
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