La tormenta causó daños en una sección de entre 12 y 15 metros (entre 40 y 50 pies) de un dique marino en Marshfield, Massachusetts, así como grandes estropicios en una casa vacía. En un muelle seco en Newport, Rhode Island, la nevada derribó la réplica de un barco de velas de la Guerra de Independencia de Estados Unidos; le rompió un mástil y le perforó el casco.
La fuerza y ensañamiento de la nevada incluso dejó estupefactos a los habitantes de Nueva Inglaterra, que están acostumbrados a la severidad de los inviernos.
"Es una tormenta perversa", dijo Jeff Russell mientras retiraba un cúmulo de nieve que podía cubrir una ventana en su casa en Scarborough, Maine.

La franja entre Filadelfia y Boston, de más de 35 millones de habitantes, se había preparado el lunes en la noche para una nevada paralizante que duraría hasta el martes después que los expertos advirtieran de una tormenta de posibles proporciones históricas.
Los pronósticos del clima fueron acertados para Nueva Inglaterra y para Long Island, en Nueva York.
Sin embargo, en el área de la ciudad de Nueva York, la caída de nieve fue relativamente leve, con menos de 30 centímetros (un pie) de altura.
Para el martes por la mañana, los autobuses y el metro reanudaron su servicio y las autoridades cancelaron las prohibiciones al tránsito de vehículos en la ciudad y en Nueva Jersey.

Algunos pasajeros mascullaban su inconformidad mientras otras decían que más valía prevenir que lamentar, e incluso expresaron sus simpatías con los expertos del clima.
"Me parece que es como con el ébola: si hay protección de más, la gente está lista y preparada, en lugar de no prestar la atención necesaria", dijo Brandon Bhajan, guardia de seguridad en la ciudad de Nueva York.
El director del Servicio Nacional de Meteorología, Louis Uccellini, dijo que su agencia debió haber mencionado que el pronóstico tenía margen de incertidumbre. Sin embargo, afirmó que la nevada quizá mostró ser una de las peores en partes de Massachusetts.

La nieve cubrió el parque Boston Common, ubicado donde se adiestraban los Casacas Rojas durante la Guerra de Independencia, y se acumuló frente al edificio Faneuil Hall, donde Samuel Adams y los Hijos de la Libertad atizaron las llamas de la rebelión.
Un meteorólogo del Servicio en Mount Holly, Nueva Jersey, se disculpó en Twitter por no haber acertado con el pronóstico. "Uno toma muchas decisiones difíciles esperando que sean correctas, pero esta vez no fue así. Lo siento", tuiteó Gary Szatkowski.
El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, justificó su prohibición a conducir por considerarla "una decisión completamente correcta" en vistas del pronóstico. "Actuamos sobre la base de lo que nos dijeron", explicó.
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